LOS REMEDIOS DEL DOCTOR
EDWARD BACH
Cambien
sus pensamientos durante la próxima media hora, de sanar un cuerpo enfermo, a
sanar una persona enferma. El Dr. Edward Bach, después de varios años de
investigación, adquirió el conocimiento de que nuestro bienestar físico depende
de nuestra forma de pensar, nuestros sentimientos y emociones.
La
buena salud es la armonía, el ritmo, cuando pensamos positivamente,
constructivamente, con alegría. La mala salud cuando pensamos negativamente, de
forma desgraciada, destructivamente.
Tal
es el poder del pensamiento, el hombre tiene el poder sobre su cuerpo que es,
después de todo, sólo el vehículo, el coche, que utiliza en su viaje por la
vida en la tierra.
Dado
que algunos de ustedes pueden no saber nada acerca de los remedios del Doctor
Bach, me gustaría primero hablarles sobre el mismo Dr. Bach, y como desarrolló
este método de tratamiento y creo los remedios florales.
Su
familia vino, originariamente, de Gales, por lo tanto el nombre debía ser
“Bach”, pero sus colegas médicos siempre lo llamaron “Batch” y lo hemos hecho
así desde entonces.
Edward
Bach fue capacitado y calificado en el University College Hospital y obtuvo su Diploma
de Salud Pública (D.P.H) en Cambridge a inicios de 1900. (Esta fecha es equivocada
aunque en el original esta así).
Él
era un inusual estudiante de medicina que pronto estuvo más interesado en el
paciente mismo que en la enfermedad. Se sentaba junto a la cama de los
pacientes y dejaba que le hablaran y escuchándolos encontraba las causas reales
de su mala salud. Por ejemplo, una mujer con asma severa, era una mujer muy
asustada. Ella le contó que su único hijo había tomado un trabajo en el norte
de Inglaterra, desde hacía 3 meses y que ella no había tenido noticias de él en
todo este tiempo. Estaba aterrada de que él hubiera tenido un accidente,
estuviera gravemente herido, o incluso que hubiera muerto. Pero un día, su hijo
fue a verla y le dijo que había encontrado un trabajo cerca de la casa. En
pocos días ella dejó completamente de tener asma. Ya no necesitaba más contener
la respiración por su hijo.
Luego,
un hombre con sospecha de ulcera duodenal era una persona muy preocupada. Había
perdido su trabajo, su mujer no podía trabajar y tenían dos niños pequeños. Más
tarde, cuando supo que había sido recontratado, recuperó su salud. Consiguió un
trabajo y perdió su úlcera. La profesión médica, en estos días, ya afirma que
la preocupación es a menudo la causa de las úlceras gástricas y duodenales,
pero en ese entonces, esta era una idea bastante nueva.
El
Doctor Bach empezó a sentir que tratar los síntomas físicos no era suficiente.
El cuerpo era un espejo que reflejaba los pensamientos de la mente. Era el que
sufría, la persona, la que necesitaba tratamiento y ayuda para superar sus
preocupaciones, miedos, depresiones y desesperanza. Bach sintió que un método
completamente nuevo de tratamiento era necesario, uno de carácter práctico,
porque las palabras no eran suficientes; era de poca utilidad decirle a un
hombre preocupado: “no te preocupes, se feliz”.
Pero
primero que todo, el Doctor Bach quería demostrar y probar por sí mismo otros
métodos diferentes a los de la medicina ortodoxa y se hizo bacteriólogo. Él era
bien conocido por su trabajo de investigación en esta rama de la medicina, pero
ello no le satisfacía. Seguía tratando cuerpos y no personas y no le gustaba
nada inyectar el producto de la enfermedad, de nuevo, en el cuerpo humano. Sin
embargo, estos años no fueron una pérdida de tiempo, porque él estaba
estudiando sus pacientes, sus amigos, todo el mundo que encontraba y veía sus
reacciones a todas las experiencias de la vida cotidiana, en el trabajo y en el
juego, en buen estado de salud y en la
enfermedad, y este conocimiento de la naturaleza humana sería para él muy útil
más adelante.
Entonces
él entró en contacto con la homeopatía, y estaba encantado al encontrar que
Hahnemann, el fundador de la homeopatía, había dicho "El paciente es el
factor más importante en su curación". También, que los remedios
homeopáticos se prescriben para la personalidad del paciente, sus
características, su idiosincrasia, así como, para los síntomas físicos.
El Dr. Bach trabajó por algún tiempo en los laboratorios del Hospital Homeopático
de Londres, y fue allí que se interesó en la relación entre la toxemia
intestinal y la enfermedad crónica. Quiero comentarles brevemente acerca de
esto, porque el resultado de sus investigaciones le permitió dar un gran paso
hacia su trabajo final.
Aisló
7 grupos de flora intestinal y preparó nosodes homeopáticos, dándoselos a sus
pacientes por vía oral. Su propósito es limpiar y purificar el tracto
intestinal. Yo digo “es”, para esos nosodes, los siete nosodes de Bach, los
siete nosodes intestinales, que se usan todavía actualmente. Fueron los más
exitosos.
Posteriormente,
hizo el más importante y significativo descubrimiento. Fue este: todos los
pacientes, que sufrían de las mismas dificultades emocionales, necesitaban el
mismo nosode, independientemente del tipo de enfermedad física. Aquellos
pacientes que fueron presa de arranques
emocionales violentos, tormentas cerebrales, todos necesitaban el mismo nosode. Quienes eran nerviosos, aprensivos, de nuevo todos
necesitaban otro, pero el mismo nosode,
sin importar de qué queja física sufrieran.
A
partir de ahí prescribió esos nosodes de acuerdo solamente a las dificultades
temperamentales de sus pacientes. No era necesario un examen físico, los test
de laboratorios eran innecesarios y el tratamiento podía empezar de inmediato
sin demora. Los resultados fueron excelentes.
Esto
confirmaba su opinión de que la enfermedad física no era de origen físico, sino
que era, como él decía, “la consolidación de una actitud mental”. El Dr. Bach
sentía ahora que podía dedicar su tiempo y su vida a la búsqueda de los
remedios puros, los que podrían contribuir a que los que padecen, superen sus
pensamientos infelices. Él sabía que los nuevos remedios debían estar allí,
para ser encontrados en la naturaleza, entre los árboles y las plantas, puesto
que todas nuestras necesidades están previstas en la naturaleza, por nuestro
Creador.
Ya
conocía el principio del nuevo método de tratamiento:
“Trate
al paciente y no su enfermedad, cuando los pensamientos negativos se hayan
superado, el cuerpo también responderá”.
Así
que en 1930 renunció a toda su obra en Londres sin mirar atrás y se fue a vivir
al campo.
A
lo largo de todos estos años de práctica médica él estuvo buscando pruebas científicas de todos sus
hallazgos y usando su intelecto, pero en
este momento ocurrió un cambió en sí mismo. Llegó a ser muy sensible tanto en
la mente como en el cuerpo. Ustedes,
como zahoríes, entenderán esto, porque ustedes tienen la misma sensibilidad. Si
extendía su mano sobre una planta en floración, o colocaba la flor en la palma
de su mano, él podía sentir en él mismo las propiedades de esa flor, del mismo
modo que ustedes son sensibles a las radiaciones del agua a través de su rama,
péndulo o cualquier otro instrumento que ustedes usen. Alguno de ustedes, yo sé,
no necesitan ninguna rama, usan solamente sus manos.
Antes
de encontrar una flor particular, iba a sufrir en sí mismo, y de modo muy agudo,
el estado negativo de la mente para el cual dicha flor era necesaria y, al
mismo tiempo, él era privilegiado, como decía, en sufrir de algunas dolencias
físicas. Entonces él vagaba por los campos y calles hasta que encontraba, o era
llevado a encontrar, la flor que inmediatamente
restauraría la serenidad y la paz de la mente, y en pocas horas también
curaría la dolencia física.
De
este modo él encontró las 38 flores para cubrir los 38 estados negativos de la
mente por los cuales la humanidad puede sufrir. Esas flores, con 3 excepciones,
son todas ellas simples flores salvajes del campo. Preparó solamente las flores
que crecen por encima del suelo en la luz del sol y al aire y contienen en sus
corazones la semilla embrión, la continuación de la vida de la planta. Ustedes
conocen, por supuesto, muchos de ellos – Gorse, Heather, Honeysuckle, Wild Rose,
Chicory, Agrimony - y las flores de nuestros bien conocidos árboles –Oak, Beech,
Willow, Larch.
Antes
de describir algunos de esos remedios y su uso, me gustaría decirles a ustedes
como el Dr Bach los preparaba y como se preparan todavía.
Las
flores que florecen en verano cuando el sol está en su mayor fuerza se preparan
por el método solar. Un pequeño recipiente de vidrio plano se coloca en el
suelo, en el campo donde las plantas crecen y se llena con agua fresca y fría,
y si hay una corriente clara cerca del lugar es mejor aún. A continuación, las
flores, muchas de las mismas plantas como sea posible, se recogen justo por
debajo del cáliz y rápidamente se dejan flotar
en el agua hasta que toda la superficie está completamente cubierta.
Entonces, la naturaleza se hace cargo. El cuenco y las flores se dejan en plena
luz del sol durante tres horas. Al final de este tiempo, el agua es brillante,
llena de pequeñas burbujas, vibrante. La llamamos "agua viva", lo
cual es, pues el sol ha repartido la fuerza vital en ella, la fuerza vital de
las flores, en el agua. Las flores se sacan suavemente del agua con un tallo de
la misma planta, el agua es embotellada y conservada. Esta es la primera
preparación, la esencia.
Las
flores que florecen a principios de año antes de que el sol alcance su máxima
potencia, se preparan por el método de ebullición. Se trata principalmente de
las flores de los árboles. Las flores se recogen con un pequeño trozo del tallo
y las hojas jóvenes y se colocan en una cacerola estéril hasta que se cubren
aproximadamente tres cuartos de su capacidad. La olla se lleva rápidamente a la
casa, las flores cubiertas de agua fría, se colocan en la estufa y se hierven durante
media hora. Luego las flores se sacan con una rama del mismo árbol, el agua se filtra, ya que puede haber algún
sedimento, y se embotella y conserva en la misma forma que las flores de
verano.
El Dr. Bach, colocó los 38 remedios en 7 grupos. Las del miedo, las de la
incertidumbre e indecisión, las de la soledad, las de insuficiente interés por
las circunstancias presentes, las de excesiva sensibilidad a ideas e influencias
y las de un excesivo cuidado por el bienestar de los demás.
En
el pequeño folleto, “Los doce sanadores y otros remedios” describe de forma
simple el estado negativo de la mente de cada uno de estos remedios.
Vamos
a tomar uno o dos remedios de algunos de estos grupos y describir sus usos,
pero antes que todo me gustaría insistir una vez más que es el paciente, la
persona, la que es tratada, no su condición física.
Primero
un remedio del grupo “Insuficiente interés en las circunstancias presentes”. El
remedio es White Chesnut, la flor del árbol de White Chesnut. Es para aquellas
personas que sufren de pensamientos persistentes de preocupación, argumentos
mentales, conversaciones mentales que son muy difíciles de parar y los dejan
muy cansados e imposibilitados de concentrarse en el trabajo y otros intereses.
El Dr Bach llamaba a este remedio, el “remedio del disco del tocadiscos” (disco
rayado), por esos pensamientos que giran y giran en la mente como la aguja en
el disco del tocadiscos.
Un
paciente había estado pasando por un momento de gran tensión y desacuerdo con
sus familiares en relación a un determinado asunto. Decía que todo el día y
gran parte de la noche su pensamiento estaba lleno de todas las cosas que les
había estado diciendo a ellos, argumentado con ellos, tratando de persuadirlos,
preguntándose cómo resolver el problema. Estaba exhausto por falta de sueño,
había perdido su apetito y algo de peso y no se podía concentrar en su trabajo,
que era importante y de responsabilidad. Se le dio White Chesnut, y para su
sorpresa y deleite respondió rápidamente. Cuando regresó de nuevo dijo que
ahora era capaz de controlar sus pensamientos y mirar calmadamente el problema.
Su sueño y apetito habían mejorado mucho, pero lo que más le satisfacía es que
ahora podía concentrarse en su trabajo y disfrutar sus fines de semana de golf.
Era como si la aguja hubiera sido levantada del tocadiscos.
Ahora
un remedio del grupo de la soledad. Heather, el brezo del whisky, ling (creo que es otra forma de decir
brezo). El Dr Bach llamaba a este remedio “el remedio que agujerea el botón”,
lo cual es una excelente descripción para la gente que sufre de esta manera. Son
grandes conversadores, les gusta acercarse a usted, hablar en su cara. También
les gusta tocarle, empujarle, agarrar sus brazos para mantener su atención. No
hablan más que de sí mismos, de sus alimentos ahora y en el pasado, y le
explican sus síntomas con gran detalle. No les gusta estar solos y se sienten
infelices y empobrecidos cuando lo están, pues viven de la vitalidad de los
demás, minan su fuerza y los dejan exhaustos. Por esta razón las demás personas
tienden a evitarlos. Son del tipo vampiros.
Un
hombre en nuestro pueblo era un “agujereador de botones”. Era un hombre de
mediana edad con una salud razonablemente buena. Sí él lo veía a usted viniendo
por el camino, dejaba pronto su
bicicleta a cubierto y se instalaría para una buena larga charla. Le dirá de su
catarro, sus venas varicosas, su indigestión y si usted trata de irse, lo
agarra por el brazo y dice: “Pero yo quería decirle esto….” Eventualmente
podría preguntarle por un tratamiento: tiene una erupción en sus manos. Recibió
Heather, por supuesto, pero toma un tiempo para funcionar. Sin embargo, al
final él cambió, su erupción fue desapareciendo, pero lo más importante de
todo, él empezó a interesarse por las demás personas, a escucharlas en lugar de
hablar de él mismo. Convirtió su gran jardín en un jardín de mercado y era muy
feliz cavando en él y cuidando sus plantas y le quedaba poco tiempo para
hablar. Empezó a gustarle a la gente.
Otro
remedio del mismo grupo de la soledad: Impatiens, un bálsamo con una flor
malva, una planta de agua creciendo en los arroyos y en la tierra húmeda.
La
gente que necesita este remedio es muy activa tanto en la mente como en la
acción. Hablan rápido, caminan rápido, todo lo hacen rápido, sin indecisión.
Conocen sus mentes, son muy inteligentes y capaces. Prefieren trabajar solos en
el caso de aquellos que los acompañan sean
más lentos que ellos y que los atrasan u obstaculizan. Tienen tendencia a ser
muy irritables e impacientes con aquellos que son más lentos. Si usted no pasa
algo con suficiente rapidez, puede arrebatársela de su mano, y si usted habla
demasiado despacio, terminarán su frase por usted si usted no lo logra antes.
Tenemos
un amigo que es deliberadamente lento al hablar y me temo que yo acostumbraba a
terminar sus frases, hasta que un día ella dijo: “No, yo no iba a decir eso”
Eso me enseñó una lección y me mostró
que yo no era tan intuitiva.
Este
hombre es un buen ejemplo del tipo Impatiens. Era muy rápido en todas sus
reacciones, extremadamente eficiente y capaz y muy impaciente. Cerraba su
puerta cuando estaba ocupado en su trabajo de investigación, así nadie podía
molestarle; tenía que estar solo para trabajar y en su espacio. El también dio
una conferencia a los estudiantes, he olvidado el tema, pero nos dijo que no
soportaba a los tontos y cuando los estudiantes tontos le preguntaron sobre
algo que acababa de explicar, se ponía muy irritado y perdía los estribos. Cuando
perdió los estribos una erupción muy irritante estalló en su espalda. ¿Podrían
los remedios ayudarlo a ser más paciente preguntó él?
Impatiens
le trajo esta ayuda y para su propio asombro dijo que había perdido los
estribos solo una vez y se estaba volviendo más tolerante y comprensivo con
esos necios jóvenes. No tuvo más erupciones. Pidió continuar con el remedio
para consolidar la mejoría.
Ustedes
pueden ver con estos dos pacientes que, aunque ambos sufrían algún tipo de
erupción en la piel, cada uno necesitó un remedio diferente, de acuerdo a sus
diferentes personalidades. También, que uno estaba asustado por la soledad y el
otro la prefería. Uno estaba aprendiendo a olvidarse de sí mismo, una gran
cualidad, y, el otro, paciencia y tolerancia.
Este
es un remedio del grupo “incertidumbre e indecisión”. Scleranthus, que es una
planta muy pequeña, con una pequeña flor verdosa-blanca que crece en los campos
de trigo. Es para aquellas personas que no pueden decidirse entre dos cosas.
“El remedio veleta”, como lo llamaba el doctor Bach. Ellos piensan: “voy a hacer
esto o voy a hacer eso” “voy hoy o voy mañana”, tomo este trabajo o no lo
tomo”. No piden la opinión de otras personas y sufren en gran medida a través
de esta indecisión y pierden mucho tiempo tratando de compensar en sus mentes
que pueden perder una buena oportunidad a causa de su indecisión.
Esta
paciente dijo que toda su vida había sufrido de indecisión. Ella nunca podía
compensar (equilibrar) su mente y en consecuencia sufría de
indigestión. Nos comentó de un caso que
había ocurrido esa mañana. Pasando enfrente a una tienda, vio un vestido en el
aparador. “Me gustaría este” pensó, luego “No, no lo necesito” y siguió
caminando Luego ella regresó. “Es un vestido tan lindo…..no, no me lo puedo permitir” y se fue de nuevo. Hizo eso
dos o tres veces, una incluso poniendo la mano en la puerta de la tienda.
Finalmente lo compró, pero todo el camino de regreso todavía sentía que no
debería haberlo hecho, pero era un vestido tan lindo. Y después del almuerzo
tuvo una indigestión. Dijo que ella desaprovechó toda la mañana tratando de
equilibrar su mente. Scleranthus era su remedio y gradualmente se dio cuenta de
que podía tomar las decisiones mucho más rápidamente. Ahora es una mujer de 87
años con determinación y decisión.
Bajo
el título del miedo, hay 5 remedios para los 5 diferentes tipos de miedo. Los
describiré brevemente.
Rock
Rose, la pequeña y delicada flor amarilla que crece en la cima de las colinas
desnudas Es el remedio para el miedo extremo, terror, pánico y esas horribles pesadillas que experimentan
niños y adultos.
El
segundo miedo es el miedo de causa conocida. Miedo de la gente, de los animales,
de la oscuridad, del dolor, de los accidentes, miedo de ir al dentista o al
doctor, nerviosismo, timidez, miedo a hablar en público. El remedio para esto
es Mimulus, la flor del Mono (Monkey Flower en el original), otra planta de
agua con bellas flores doradas.
El
siguiente miedo es el de causa desconocida. Este remedio es la inflorescencia
del árbol de Aspen. Este es el miedo más doloroso, porque no tiene explicación
o razón. El miedo que pone la piel de gallina, miedo a la mirada sobre su
hombro.
Luego
está el miedo desesperado, el miedo a perder el control de las propias
emociones de ceder la mente, de la locura y el impulso de hacer daño a otras
personas o a sí mismo, a las tendencias suicidas. El remedio para ello es la
blanca flor del arbusto de seto Cherry Plum
El
último miedo es el miedo por las demás personas, y el remedio es la flor del
árbol de Castaño Rojo. Es el miedo o ansiedad, por ejemplo, de la madre cuando
su chiquito llega tarde de la escuela; piensa que pueda haber tenido un accidente
y estar gravemente herido. O la ansiedad y miedo que sentimos por un pariente o
amigo que está viviendo una grave operación.
La
gente que sufre de miedo es realmente valiente, porque hacen frente a las cosas
de la mejor manera que pueden y se esfuerzan a pesar de sus dificultades, y
esto muestra un gran coraje. Siempre se lo digo.
Debajo
de todos los estados de ánimo negativos, se encuentran las grandes cualidades
positivas que hemos venido a fortalecer y desarrollar.
Pensando
de nuevo en las palabras del Dr. Bach que la enfermedad física es no de origen material
sino la consolidación de una actitud mental, me recuerda un notable ejemplo de
ello en la Primera Guerra Mundial. Puede haber, sin duda, muchos otros casos
similares. Este hombre fue mandado al hospital, desde su campamento de
entrenamiento, porque no podía sostener un rifle. Su brazo derecho estaba
flexionado por el codo y los dedos apretados. Era una contracción muscular y
bajo anestesia general, el brazo se relajó y los dedos se soltaron, pero cuando
regresó al campo, su brazo volvió a la antigua forma. Se descubrió que odiaba,
detestaba a su sargento, que era un matón al que anhelaba derribar. Por
supuesto, no podía hacer eso, pero el deseo de hacerlo y el odio en su mente
era tan fuerte que su brazo tomó “el lugar de combate” por así decirlo. Si los
remedios de Bach hubieran sido encontrados en ese momento, yo sé que Holly, el
remedio para el odio, lo hubiera ayudado grandemente.
La prescripción
de estos remedios es, como pueden ver, bastante simple. Todo lo que se
necesita es conocimiento de la naturaleza humana y entendimiento de las
dificultades de las personas, así como capacidad de escucha.
Deje al paciente
hablar, porque cuando hablan revelan mucho sobre ellos mismos. No importa de
que hablen, le dirán probablemente todos sus síntomas físicos, pero como cada
uno de nosotros somos únicos, reaccionamos diferente a la misma cosa, a la
misma enfermedad. Tome dos o tres personas con rigidez en la rodilla. Uno dirá
“Me siento tan molesto con mi rodilla, me impide hacer lo que quiero”
Otro dirá, “yo estoy tan paralizado por el dolor y también tan nervioso de
salir, mi rodilla me decepciona”. Otro: “me siento desvalido, me han dicho que
tengo que aprender a vivir con ello”. Eso es una cosa chocante de decirle a una
persona enferma. Uno nunca debe dejar la esperanza.
Después hágales
algunas preguntas ¿usted se preocupa por las cosas pequeñas como por las
grandes? ¿Estaba nervioso de venir a verme? Después cuando ellos sepan que eres
un amigo y que quieres ayudarles, abrirán sus corazones hacia ti. No es una
violación de su privacidad mental, por lo que muchos dicen. Nunca había hablado
de esto a nadie, pero que desahogo es, es como descargar mi mente y se relajan,
mental y físicamente. Consideramos esto el inicio de la sanación.
Para aquellos de
ustedes que quieren saber cómo un estado mental puede influir en el
cuerpo, es así: el sistema nervioso involuntario (el sistema autónomo), las
glándulas de secreción interna (las glándulas endocrinas), son extremadamente
sensitivas a los pensamientos que van a través de la mente. Si sus funciones normales
se alteran, entonces el fino balance químico en el cuerpo es interferido y las
funciones normales del cuerpo también se interfieren. Después, la
resistencia natural del cuerpo a las enfermedades disminuye, el “terreno” del
cuerpo, está en un estado empobrecido y la puerta está abierta para la entrada
de cualquier enfermedad o infección. Gérmenes, bacterias, virus, pueden vivir
en un “terreno” pobre, no pueden sobrevivir en uno bueno, sano y dulce.
Tomemos el miedo
por el momento. Todos sabemos cómo libera adrenalina en el torrente sanguíneo,
como el corazón late rápidamente, la respiración es superficial, la boca se
seca, se sienten mariposas en el estómago, las manos tiemblan y las rodillas se
sienten débiles. En el miedo extremo, la gente queda paralizada, rígida. Pero
cuando el miedo se ha ido completamente, todo vuelve a la normalidad.
Ahora si ustedes
tienen unos minutos más, me gustaría hablarles del remedio de primeros auxilios
o remedio de emergencia. Es una combinación de cinco de los remedios.
Star of Bethlehem, para el shock. El shock
de una mala noticia, después de un accidente, una quemadura o un corte, un
esguince o una caída, incluso para los pequeños accidentes, siempre hay un
cierto grado de shock.
Rock Rose, para el gran miedo o pánico.
Impatiens, para
la tensión mental o física cuando la víctima no se puede relajar.
Cherry PLum, para
la pérdida del control emocional cuando la víctima grita, o se pone histérico.
Clematis, el remedio para
la desconcentración, la sensación de lejanía que precede a un desmayo.
En accidentes
severos, por supuesto, este no debe tomar el lugar del médico, que debe ser
enviado inmediatamente. Pero después de haber colocado al paciente tan
confortable y caliente como sea posible, el remedio ayuda mucho en tranquilizar
y serenar a la víctima.
EL Dr. Bach usó
primero el Rescue Remedy, como él lo llamaba, en los inicios de los 30’s cuando
un pequeño barco naufragó en la Costa de Cromer en un gran vendaval. Los
dos hombres a bordo, tuvieron que amarrarse ellos mismos al mástil puesto que
el bote salvavidas se había usado para otro barco en peligro. Tuvieron que
quedarse allí por algunas horas, y cuando finalmente el bote salvavidas los
llevó a tierra, el hombre más joven estaba inconsciente, azul en la cara,
rígido con sal marina. Mientras lo llevaban a la playa, el Dr Bach humedecía
sus labios, detrás de las orejas y sus muñecas con el remedio y mientras lo
cargaban a una casa cercana, retomó la consciencia, se esforzó para
sentarse y pidió un cigarrillo.
Otro hombre y su
amigo escalaron una montaña en Escocia donde fueron superados por el frío,
el clima había empeorado y solo podían aferrarse a la roca de enfrente. Entonces
uno de ellos recordó que tenía una botella de Rescue Remedy en su bolsillo. Con
gran dificultad lo sacó y tomó un sorbo de la botella y la paso a su amigo.
Después de 10 minutos, se había recuperado y dijo que terminaron la escalada en
un tiempo record. Él dijo también que no hubieran sobrevivido sin el Rescue
Remedy.
Luego un paciente
nos dijo que había cerrado la puerta del carro en sus dedos. Si a usted le ha
pasado esto alguna vez, sabe cómo es de doloroso. Afortunadamente siempre
cargaba una botella de Rescue Remedy en su bolsa, tomo un buen sorbo de la
botella, cuando se sintió débil y roció un poco sobre sus dedos. Dijo que
casi inmediatamente se sintió mejor y el dolor disminuyo. Corrió al interior y
puso su mano en un bol de agua con algunas gotas de Rescue Remedy en ella y
volvió a tomar otra dosis interna.
En 15 minutos el
dolor había desaparecido y, aparte de algunas marcas rojizas en los dedos, todo
estaba bien. La mañana siguiente no había señal de herida y sus uñas estaban
intactas: había temido perderlas.
Y ahora, al final
de esta conversación me gustaría decirles que los remedios flores de
Bach, aumentan nuestra vibración y nos ayudan, a través de nuestro propio
esfuerzo a convertirnos en personas felices, sanas e integras.
Qué bueno sería "pescar bien la esencia de esta teoría.." abrazarla, confiar en ella Quizas depende de descubrir una flor especifica Quien sabe Tuve que ejercitar el "taparme la nariz y sin pensar" hacer las tomas diarias Los resultados son muy impredecibles
ResponderEliminarLa gente mas cercana dice haber re descubierto a ALGUIEN NUEVO en mi y a mi me pasa precisamente la cuestiòn de antìpoda: creo haber recuperado a personas que creia incorregibles hacia "milado de poder entenederlas " Tremendo Me pasa que corro el riesgo de trnasformarme en una perodna vidas...Pero cada dìa sufro menos en mi esqueleto y tripa
¿Sera esto el principio d euna "cuarcion"?
Maria M Macellari BIoquimica MP 1793 - B - Periodista cientìfica desde 2006-
Excelente artículo!!!! gracias por compartirlo. cada vez que leo las enseñanzas del Dr. Bach me llegan profundamente a mi Alma.
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