Abracadabra
Por
Yehuda Berg (Kabalista)
¿Sabías que abracadabra
viene de la expresión aramea: “Como hablo, ocasiono”?
Lo que esto nos dice es
que el habla esta más cerca de la espiritualidad que cualquier otra acción
física. Es el habla lo que separa al hombre de todos los otros reinos. La voz
humana es el 99% de la realidad espiritual. Las palabras que hablamos, el 1% de
la realidad física.
Lo que decimos
manifiesta acá abajo lo que está allá arriba.
Sin embargo, hay dos
realidades del 99%.
Permítanme repetirlo,
porque de esto no se habla lo suficiente: Hay dos realidades del 99%: El Árbol
de la Vida (el sistema puro) y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal (el
sistema impuro). Cuando decimos palabras negativas nos conectamos al sistema
impuro y traemos oscuridad al mundo. Cuando decimos palabras positivas, traemos
Luz a este mundo.
Todo depende del habla.
Desde una perspectiva
kabbalística, la aparición de la influenza porcina –y todo caos– es el
resultado de las palabras negativas que enviamos al éter todos los días de
nuestras vidas.
Es por eso que los
kabbalistas dicen que las palabras pueden matar. Cuando alguien comete un acto
de violencia física contra otro, puede derramar sangre e infligir dolor en el
cuerpo físico. Pero cuando insultamos a alguien y hacemos que la sangre suba a
su cara, también derramamos sangre... a nivel del alma.
Sin embargo, vivimos en
una realidad invertida, donde arriba está abajo y abajo está arriba. Le damos
más importancia a lo físico que a lo espiritual. No valoramos el alma y, por lo
tanto, no nos importan la palabras que hablamos.
En este punto debo
mencionar que esto es fácil de explicar, pero difícil de asimilar y poner en
acción. ¿Darse cuenta de que las palabras y pensamientos tienen más poder que
las acciones físicas? Muy difícil de manejar.
Sin embargo, nuestras
opciones son seguir atribuyendo importancia a lo físico –y cosechando todo el
sufrimiento, dolor y enfermedad que vienen con eso– o dar importancia a lo
espiritual y hacernos conscientes de las palabras que hablamos, y llevar de
vuelta al mundo a esa realidad verdadera en donde no hay oscuridad.
Esta semana, pon algo
de amor en las palabras que dices. Haz realmente un esfuerzo por poner el
interés de alguien más antes del tuyo. Sé superconsciente de tus pensamientos y
palabras hacia los demás. Espiritualmente, éste es el camino para salir del
desastre. Y no sólo en el que estamos metidos ahora, sino cualquier catástrofe
futura en nuestro camino.
En lugar de jugar a
alcanzar la pelota, corramos delante de ella para variar.
Silencio mi ego.
Pulso el botón de
silencio.
Ahora invoco a la Luz
para que hable en mi nombre, en todas las ocasiones, de manera que cada palabra
eleve mi alma y toda la existencia.
Hasta aquí la nota del autor. Ahora quiero hacer un breve comentario, que nos permitiría llevar a la práctica lo expuesto en este texto. Quienes practican ho'oponopono seguramente ya lo habran pensado, ¿que mejor herramienta que ho'oponopono para limpiar y borrar creencias?, esas que se repiten incesantemente en nuestros pensamientos y condicionan nuestro mundo interno y la realidad externa. Esos mismos pensamientos que repetimos en voz alta quejándonos y co-creando esa realidad que no queremos.
Las mismas palabras gatillo del ho'oponopono están impregnadas de amor y agradecimiento, por ello con un proceso tan simple podemos obtener beneficios tan grandes.
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